lunes, 27 de septiembre de 2010

Confesiones con algo de rabia

Te confesaré un secreto:
Desde que mi cuerpo convive con tu ausencia no paro de morderme las uñas; tanto es mi ímpetu que prácticamente carezco de dedo índice.
Otra cosa te diré:
Que carezca de dedo índice no significa que te señale con menor intensidad.
Te echo de menos. Si, y qué. Tú a mi también.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Lejos

Ahora se encuentra frente a él, los dos sentados en sofá de este pequeño apartamento, con una taza de café sobre la mesa un millón de recuerdos a sus espaldas y el corazón cargado de balas con sabor sentimiento.

-Te echaré de menos

Se abrazan, se abrazan como solían hacerlo antes, como sólo ellos sabían hacer.
Ana siente que vuelve a tener 14 años, los brazos de Ismael la transportan en el tiempo.
A Ismael se le humedecen los ojos, el olor de Ana lo transporta en el tiempo.

Y justo encima de la mesita en la que mi compañera de piso y yo dejamos las llaves de casa, un billete de avión.

¿La capital de Hungría era?

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Detrás de esas gafas había un corazón.

Como otro viernes cualquiera mi brújula personal se despertó desnuda en mi cama.Me gustaba apodarla así por el tatuaje que sus omoplatos escoltaban.
Era la bibliotecaria de mi barrio y, a pesar de su timidez, muchas mujeres hubieran deseado poseer un corazón la mitad de grande del que lo era el suyo.
Ignorando totalmente lo que sentía por mi, me limitaba a acostarme con ella por las noches y prepararle un café por las mañanas.