Se encontraron unos cuantos años después pero no tardaron ni un minuto en reconocerse.
Él seguía teniendo ese pelo indomable que le daba un aire bohemio y desenfadado a la vez.
Ella, por su parte, poco se diferenciaba de aquella tímida niña que fue; aunque el tiempo y una ortodoncia le habían regalado una magnifica sonrisa.
Negro y azul se toparon. Sus miradas se mezclaron y de repente zas! recuerdos a bocajarro inundaron sus mentes.
Los veranos en el pueblo de sus padres. Las balsas a las afueras de él. Los peces que ella pescaba, los mismos que él le hacía devolver al agua. Los albaricoques que le robaban al abuelo más tacaño y cascarrabias de aquel pueblecito y luego se comían a la sombra de aquel viejo roble, aquel viejo roble que aún debe de tener esculpidas sus iniciales en el tronco.
En la transitada Gran Vía los conductores no se caracterizan por la paciencia y el claxon de uno de los coches que desgastaba el asfalto los despertó de su sueño.
Él salió de aquel taxi y se perdió por la boca de metro.
Ella le indicó la dirección al taxista y sacó el móvil de su bolso.
La fotografía de un hombre que poco se le parecía al que acababa de ver junto a dos niños le servía como fondo de pantalla.
Me encantó che.
ResponderEliminarLes dio un vuelco el corazón, estoy segura.
ResponderEliminarBesos :)
Siempre hay una persona a la que es imposible olvidar.
ResponderEliminarMuy bonito!
Una sonrisoota.
Nnnooo! me encanto, genial.
ResponderEliminarUna pena que ninguno de los dos haya salido corriendo tras el otro )=
ResponderEliminarFinal intrigante
ResponderEliminarQuién se puede librar del pasado?
ResponderEliminarEspero que algún día tu escrito sea mi realidad. ^.^'
ResponderEliminarSí, pero ahora ya tan solo 9 días a la semana, antes no los podía contar (o eso intento creer yo) (:
Que pena que no se dijesen nada, aunque esa mirada lo diaría todo.
ResponderEliminarun beso :)
Qué bonita historia. Intrigante la última escena :)
ResponderEliminarbesos
mejor así ;)
ResponderEliminarJajaja, ha sido raro, he terminado de leerlo y me he reido, supongo que me ha hecho gracia lo realista de tu entrada, si, esa falta de valentia que casi todos tenemos en determinados momentos
ResponderEliminarMuchos besos ;)
me encantan los chicos con pelo indomable :)
ResponderEliminarWow.
ResponderEliminarMe sonó demasiado real. El primer amor siempre queda escondido en el pecho. Y aunque lleguen otros, ese siempre será especial.
Ojala olviden, que yo entiendo ahora como se sienten. Al menos un poco.
ResponderEliminarPocas veces he llegado a un blog que me gustara tanto. Tanto esta entrada como las anetriores son insuperables, cada una a su manera.
ResponderEliminarNo te voy a pedir permiso; me quedo por aquí y acampo :)
Siempre los recuerdos son como las fotografías, traen cosas antiguas que han cambiado mucho...besos
ResponderEliminarpueden pasar mil años.. y se que siempre tendre el poder para reconocerla..
ResponderEliminarjo, pintas imágenes con palabras...
ResponderEliminarqué nostalgia, muy buen título.
Que lindo texto pero como después de tantos años sin verse se vuelven a perder ouch,el amor muchas veces es tan complicado :/ un besote enorme te sigo(:
ResponderEliminarMe ha encantado el texto... pero me quedo con la etiqueta que le has puesto: "como quieras llamarlo" Genial! jajaja
ResponderEliminarYa sabes, un beso :)
jajajajaja NO, no tengo foto con bisbal, vale?
ResponderEliminarprrff...y eso que vino a Zaragoza para Pilares eh? pero era muy caro...¬¬
que tal fue la apertura?al final me pudo la pereza, muah!
Te lo dire una vez! Es increible!
ResponderEliminarNo más, te añado a mi lista de blogs favoritos, espro k t pases por mi blog, m leas, y me sigas! Millons d gracias por compartir esto con nosotros.
Lo dicho agregada y espero k tú me sigas! ;D
que magico, que segun lees alguien se vaya dibujando en tu mente, supongo que todos tenemos a esa personita, un verano, el sol, el campo, las primeras hormigas caminando por la piel... aiiiis!
ResponderEliminar:)
Sii! Juro de verdad cuidarla pork es lo mjor k me pasó nunca!
ResponderEliminarEs curioso, en cualquier relato de nostalgia siempre aparecen dos palabras: viejo y roble. No sé el motivo , pero aparecen. Y si no aparecen es que no estamos hablando de verdadera nostalgia.
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