sábado, 10 de abril de 2010

A nadie le amarga un dulce.


Música en el bar y el tintineo de una moneda de 10 céntimos en mis oídos.
Yo... aparentemente concentrado en el futbolín la miro, la remiro y vuelvo a repasar cada movimiento que hace con su pelo.
CLIN! Pleno!
Ha logrado meter el escurridizo y ya empapado de cerveza retal de cobre y níquel en el vaso correspondiente; por si no se sentía reina de la manada ahora ella tiene el poder..
-Mierda Diego!. Estas distraído! (Gol, me han marcado, me han echado).Prosigo:
Ahora es ella la que otorga como/quien debe beber y decide propinarse con una dosis de 5 chupitos de tequila.
Mira la hora que es en su reloj mientras se humedece los labios. .bebe... bebe.. traga. .suspira y en el último sorbo decide giñarme un ojo y sonreírme.
Tonto o demasiado listo de mi, que aquella noche cambié las oxidadas barras de un futbolín por la entrepierna de una mujer que.. aunque también estaba algo oxidada por darle un gustoso demasiado huso me propició todo el cariño que Iria me había ido robando.

6 comentarios:

  1. Los dulces son siempre mejors que el futbolín.

    Un saludo oxidado... :)

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  2. El ambiente de futbolín a placer intoxica las historias que se siguen tejiendo acá. A lo oxidado se le puede dar sabor tras el tequila.
    Saludos recurrentes.

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  3. una sustituta del futbolin y de Iria, un clavo saca otro clavo.

    Muac!

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  4. amo el tequila.
    soy malísima al futbolin

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  5. Las princesas de los bares siempre son una apuesta fija, ¿no?
    ...tipos que coleccionar a los pies de su cama (8)

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