Como me gustan las duchas de Domingo, esas en las que te pasas horas y horas reflexionando bajo el agua cual será el sabor de las nubes.
Cuando por fin averiguas que sabor quedaría en tu paladar te dispones a vestirte con la ropa que tan cuidadosamente has escogido para que te vea arrebatadoramente espectacular, sales a la calle y como no te fías de ti misma(ni de los cubatas que vayas a beber) elijes marcar el camino de vuelta a casa con tu perfume(el mismo que tanto le pone).
La cuidad hoy esta peleona, así que ya veremos si te deja poner la gafas de sol.
Pasar un par de semáforos, cruzar 3 pasos de cebra y timbrar en un prometedor 4 izda, y descubrir que te están esperando en su ducha.
Cuando por fin averiguas que sabor quedaría en tu paladar te dispones a vestirte con la ropa que tan cuidadosamente has escogido para que te vea arrebatadoramente espectacular, sales a la calle y como no te fías de ti misma(ni de los cubatas que vayas a beber) elijes marcar el camino de vuelta a casa con tu perfume(el mismo que tanto le pone).
La cuidad hoy esta peleona, así que ya veremos si te deja poner la gafas de sol.
Pasar un par de semáforos, cruzar 3 pasos de cebra y timbrar en un prometedor 4 izda, y descubrir que te están esperando en su ducha.
Y esa probablemente sea la mejor ducha del mundo. El paraiso concentrado en esa latitud y esa longitud exactas.
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